Nuestra mente es poderosa

¿Estás consciente de la relación que tiene tu estado físico y tu salud con tus pensamientos? Tienen mucha más relación de la que te imaginas.

Hoy les quiero hablar de la percepción y como esta afecta nuestro rendimiento en alcanzar nuestros objetivos relacionados con nuestra salud, sean cual sea, desde la pérdida o aumento de peso hasta la sensación de bienestar.

La percepción es la capacidad que tenemos para recibir, organizar e interpretar la información proveniente de estímulos, pensamientos y sentimientos y, con base a este proceso, somos capaces de comprender nuestro entorno y actuar en consecuencia a los impulsos que recibimos, es decir, en resumen, la percepción es la interpretación que le damos a las sensaciones o estímulos.

Entonces, ¿el efecto depende como veamos las cosas? La respuesta después de muchos artículos científicos que leí es que .

En este resumen sobre un estudio muy interesante que recientemente leí, les explico por qué deberíamos empezar a cuestionarnos esas verdades que consideramos como “absolutas” y más bien verlas como verdades “relativas” y así podemos comenzar a moldearnos con el fin de enfocarnos en una mejor forma para cumplir nuestras metas de salud.

Científicamente comprobado

La Psicóloga de la Universidad de Harvard, Ellen Langer, realizó un estudio donde probaría si la relación entre el ejercicio y la salud estaba influenciada por la mentalidad que se tiene. Ella quería estudiar el efecto placebo basado en un comportamiento.

La investigación fue realizada en 84 mucamas provenientes de 7 hoteles distintos a las cuales entrevistaron para saber si realizaban actividad física y se les tomaron medidas de su presión arterial, Índice de Masa Corporal, Circunferencia Abdominal, % de grasa y peso.

Después de recolectar los datos las dividieron en dos grupos. Al primer grupo le explicaron que las actividades que realizaban como parte de su trabajo (subir y bajar gradas, levantar pesos pesados, agacharse, cargar peso constante, etc.) satisfacen las recomendaciones médicas de actividad física diaria por lo que, aunque ellas no consideraban que realizaran ejercicio, ya con solo su trabajo en realidad sí lo hacían. También les detallaron cuantas calorías perdían por cada actividad que realizaban. Al segundo grupo no le dieron esta explicación, a ellas simplemente les tomaron las medidas.

Resultados del estudio

Cuatro semanas después les volvieron a tomaron las mismas medidas y les volvieron a realizar las mismas preguntas sobre si realizaban actividad física.

En promedio el Grupo Informado perdió 2 libras de peso, disminuyeron la presión arterial en 10 puntos y mejoraron significativamente el % de grasa, Índice de Masa Corporal y Circunferencia Abdominal y su percepción del nivel de actividad física realizada aumento en un 20%.

El grupo que no se le dio información sobre la actividad física realizada en las horas labores, permaneció igual, no se detectaron cambios significativos en ninguno de sus índices.

Estos resultados muestran que la mejora de los marcadores del Grupo Informado sólo puede explicarse por el cambio en la mentalidad de las mucamas, es decir, el proceso de comprender y estar conscientes sobre la cantidad de ejercicio que ya estaban haciendo cambió la percepción de las mucamas sobre que tan activas ellas eran. En el estudio no se encontró indicios de que las mucamas y sus gerentes hubieran alterado sus rutinas de ninguna manera por lo que lo único que cambió fue la percepción del ejercicio, independiente del ejercicio real que estuvieran realizando.

¿Sorprendente verdad?

La percepción de la salud no solo se ha estudiado en actividad física. Entre 1983 y 1991 se realizó un estudio a 6300 adultos mayores el cual concluyó que las personas mayores que perciben su salud como pobre tenían 6 veces más probabilidades de morir que aquellas que percibían su salud como excelente, independientemente del estado de salud real con el que contarán.

Entonces…

En estas dos formas, que continuación les comento, nuestra perspectiva puede ayudarnos a mejorar nuestra salud de una forma tangible y ser nuestra aliada para conseguir las metas que nos propongamos:

1. Mindfulness

El mindfulness o atención plena debe ser una práctica diaria en tu rutina. Al estar presente en cada instante y, sin juzgar, poder percibir objetivamente los hechos. No todo es tan estresante como parece a primera vista ó ¿será que lo que nos estresa es pensar en el futuro o en lo que ya pasó? Si ponemos atención a lo que está sucediendo en ese preciso momento podemos decidir enfocar nuestra atención en acciones que nos pueden ayudar a solucionar positivamente el problema o solamente cambiar nuestra percepción del problema y enfrentarlo desde otro punto de vista.
¿Cómo las mucamas aplicaron el mindfulness en el estudio? Al cambiar la perspectiva y estar conscientes y presentes de las actividades físicas que realizaban en su trabajo empezaron a enfocar su atención en cómo eso podía mejorarles la salud.

2. Sos el creador de tu propia realidad

¡Todo depende como queramos ver la vida!
Sabemos que nuestra historia o nuestra situación actual no condiciona la forma en la que vivimos, todo es cuestión de perspectiva, ¡como en el estudio de los adultos mayores! No importaba si estaban muy mal o muy bien de salud sino lo que verdaderamente generaba un impacto era cómo ellos percibían el estado de su salud.
Si te interesa ahondar más en este tema te recomiendo ver el documental Happy .
¡Donde pongo mi atención pongo mi poder!
Les voy a poner un ejemplo: digamos que estamos pensando en cambiar de carro y nos decidimos por X marca. Inmediatamente después de haber elegido comenzaste a ver en las calles un montón de carros iguales, incluso, te das cuenta que personas que conocemos tienen ese mismo carro. ¿Por que sucede esto? Porque ya pusiste en tu mente ese carro por lo que te expandiste a la posibilidad de buscarlo y conseguirlo.
Esto funciona con los planes de alimentación o dietas que querás hacer porque que si antes de iniciarla creemos que no nos va a funcionar muy probablemente así va ser, pero ¿que perdemos con empezar el plan con los lentes de la confianza y el positivismo? Lo peor que puede pasar es que funcione y estemos un paso más cerca de lograr nuestro objetivo.

No es engañarnos o hacer uso de la famosa “psicología inversa”, es nada más abrirse a la idea y tener claro que con lo que alimentamos nuestra mente y la perspectiva con la que afrontamos la vida puede tener un gran impacto en nuestra salud.
Está en vos decidir si tu perspectiva te va afectar positiva o negativamente.


Un abrazo,
Mari